14 de Marzo de 2022. Hoy me levanto algo nerviosa. Es un día importante. Para mí, porque voy a presenciar algo muy emocionante. Para los trabajadores de CEMMA mucho más. Porque llevan meses currando con tesón y cariño para que todo esto salga bien. Y para Maxibar aún más. Porque puede que hoy sea uno de los días más importentes de su vida. Aunque él, tovavía no lo sabe…
A finales de los 80, un grupo de estudiantes naturalistas vinculados a la Universidad de Santiago se preocuparon de retomar el seguimiento de cetáceos varados, iniciado en los años 70 por la SGHN. Y en mayo de 1992 nace como asociación CEMMA.
A partir de ahí comienza la puesta en marcha de diferentes trabajos importantísimos para la fauna marina: recopilación sistemática de datos de varamientos, controles costeros de arroaces y los primeros estudios de fotoidentificación, embarques de seguimiento, la aproximación a los impactos de las capturas accidentales, los estudios de dieta y el primer trabajo cetológico académico más allá de los relacionados con la caza de ballenas. La labor divulgativa fue también muy importante ya que fueron elaboradas publicaciones, exposiciones, campañas marítimas oceánicas, campañas aéreas, de recuperación…
Nosotras, conocimos la asociación a través de una amiga hace unos años (gracias querida PaulaPez). Y después de ver todo lo que hacen, quedamos aparvadas. Queríamos echar una pequeña mano, y después de darle mil vueltas se nos ocurrió hacer una postal solidaria para recaudar fondos. Contactamos con nuestro amigo e ilustrador Héctor Pichel, que en segundos nos dio un SÍ rotundo.
Este fue el resultado. ¿Puede ser más bonita esta postal? (Aunque ya vamos a hacer la donación en unos días, aún puedes conseguir la tuya en este link.)
Cada año aparecen varados en la costa gallega una media de 240 cetáceos, lobos marinos y tortugas. La mayoría son animales que llegan muertos, arrastrados por las corrientes, pero aproximadamente el 10% aparecen vivos. Es entonces necesario poner en marcha actuaciones para valorar cada caso, y decidir entre la reintroducción inmediata o el traslado para rehabilitación, y una vez superado este período proceder a la liberación.
Los animales son atendidos bajo la dirección del equipo veterinario en las instalaciones de CEMMA y para la fase previa a la liberación cuentan con unas grandes piscinas que cede el Instituto Galego de Formación en Acuicultura (IGAFA) de la Illa de Arousa o del Acuario de O Grove.
Los lobos marinos son liberados en aguas del Gran Sol, de donde proceden, gracias a la colaboración de barcos pesqueros que faenan en la zona.
Y esta flipada es la que pude presenciar hoy, amiguis.
El 30 de Diciembre de 2021 fue registrado el primer caso de lobo marino de la temporada, Maxibar, recogido por la unidad móvil de CEMMA en Baiona. Se trataba de un lobo marino gris (Halichoerus grypus) encontrado con muy poco peso, 16kg, y diagnosticado con una acusada desnutrición, deshidratación y neumonía, por lo que tuvo que ser ingresado en la UCI de Nigrán.
El 16 de Febrero, Maxibar fue trasladado a las instalaciones del IGAFA donde comenzó la segunda fase de la rehabilitación.
Hoy, superando los 30kg de peso, se considera que ya es apto para volver al medio marino. Y eso es lo que tuve el privilegio de ver en primera persona. Cómo los trabajadores de CEMMA embarcaban al pequeño lobo marino en el arrastrero Baqueiro, que ponía rumbo a aguas internacionales.
En 48 horas Maxibar será liberado en los mares del Gran Sol para que pueda vivir de nuevo en libertad. Impacientes estamos de tener buenas noticias. Muchísimas gracias al equipo de CEMMA por dejarme estar presente en un momento tan emocionante. No lo olvidaré.
Si quieres echar un vistazo a su página Cemma.es o a su IG, estamos seguras de que fliparás tanto como nosotras. Y ya sabes que para ayudar muchas veces basta con compartir 🙂
Buenas mareas, Maxi.